Durante veinte años, las Bibliotecas Comunitarias Riecken en Honduras y Guatemala han sido fuentes de información y oportunidades para poblaciones tradicionalmente desatendidas. Con nuestro modelo sostenible de biblioteca pública, encontramos que el compromiso inquebrantable de las comunidades a las que servimos es un recordatorio constante de por qué hacemos el trabajo que hacemos.
Las Bibliotecas Comunitarias Riecken operan en comunidades sumamente vulnerables sorteando adversidades extremas durante décadas con un alto grado de resiliencia. En los tiempos desafiantes que enfrentamos hoy; la pandemia por el coronavirus COVID-19, las inundaciones causadas por el huracán ETA en Honduras y Guatemala. Muchas bibliotecas se han visto obligadas a cerrar temporalmente o a reinventarse en apoyo a las necesidades de la comunidad ante estas catástrofes. Hoy en día, algunas aún permanecen cerradas u ofrecen servicios muy limitados con horarios restringidos.
A pesar de las dificultades, los bibliotecarios y los líderes de las juntas directivas de las bibliotecas encuentran formas creativas de brindar servicios valiosos a sus comunidades, como la conectividad.
Respondiendo a la pandemia causada por COVID-19
Como en el resto del mundo, el coronavirus COVID-19 ha golpeado duramente a Honduras y Guatemala. Durante el encierro, la comida escaseaba, no había trabajo y el limitado apoyo del gobierno se orientó a las familias más vulnerables. Las bibliotecas comunitarias ayudaron a organizar la distribución de alimentos y algunas ayudaron a organizar comedores temporales, lo que proporcionó fuerza y algo de sustento a muchas personas que lo necesitaban con urgencia.
Las bibliotecas comunitarias se adaptaron rápidamente para enfrentar los nuevos desafíos planteados por COVID-19, convirtiéndose en un salvavidas para las comunidades incluso cuando sus instalaciones físicas no podían abrirse. Muchas de las bibliotecas comunitarias estaban cerradas, pero el personal trabajaba desde casa manteniendo el flujo de información crítica que llegaba a las comunidades en la medida de lo posible. Y como líderes en la comunidad, los voluntarios y el personal de la biblioteca se pusieron en acción y fueron fundamentales en la coordinación de la distribución y el almacenamiento de alimentos y suministros de socorro. A medida que avanzaba la pandemia y algunas áreas planeaban una reapertura al menos parcial, La Fundación Riecken creó protocolos de seguridad integrales para la reapertura de las bibliotecas una vez que sus municipios aprobaran dicha acción.
Ahora, las bibliotecas comunitarias Riecken están orientando sus esfuerzos de la respuesta a la recuperación a medida que las familias vulnerables identifican el apoyo específico que necesitan para superar los desafíos a largo plazo exacerbados por la pandemia. Las bibliotecas, en su esfuerzo de apoyar la reconstrucción comunitaria, son espacios de reunión, cumpliendo los protocolos de distanciamiento social, entre los pobladores y autoridades locales para planificar, desarrollar planes y garantizar que los miembros de la comunidad tengan acceso continuo a alimentos, educación y oportunidades económicas.
Hasta la fecha, La Fundación Riecken ha distribuido más de 6,000 mascarillas quirúrgicas, más de 255 galones de alcohol en gel, desinfectante, gel antibacterial para manos respectivamente, así como 51 kit de higiene de prevención de COVID-19 para bibliotecarios. Se alcanzaron a 40,000 personas con información relacionada con COVID-19 y medidas de prevención.
Aún muchas de las bibliotecas continúan u ofreciendo servicios limitados. Sin embargo, estas son algunas de las alternativas que se ofrecen en algunas de las bibliotecas comunitarias Riecken:
- Muchas bibliotecas han fortalecido el préstamo de libros y otros materiales a domicilio.
- Varias bibliotecas han decidido ofrecer horas de cuentos en línea y club de lectura digitales con jóvenes,
- Se han reforzado los servicios de acceso a infamación y lectura con la implementación de Descúbrelo, la biblioteca comunitaria Digital, permitiendo el préstamo de libros en línea.
- Muchas bibliotecas continúan brindando programas de capacitación en salud, así como almacenamiento y entrega de artículos de emergencia para las comunidades: alimentos, ropa y suministros agrícolas.
- Las capacitaciones en línea continúan complementando las capacitaciones in situ para bibliotecarios y voluntarios, mediante “zoomferencias”.
- Se han organizado video llamadas con los bibliotecarios de la red Riecken para apoyarles emocionalmente en los tiempos de confinamiento.
Respondiendo al impacto del Huracán ETA
Los huracanes ETA e IOTA impactaron fuertemente sobre Centroamérica, con resultados desastrosos en la región. En Morales (Izabal, Guatemala), las lluvias provocaron la crecida descontrolada del río Motagua, inundando a la biblioteca comunitaria Riecken La Libertad y a aproximadamente 500 viviendas aledañas.
Tras la desvatación, la evaluación de los daños fue:
- El 80% de la infraestructura está dañada: pisos, paredes, pintura, puertas, vidrios, baño, y sistema eléctrico.
- El 90% del mobiliario fue destruido debido a los altos niveles de agua de la inundación, requiriendo reparación o reemplazo del mismo.
- El 70% de la colección de libros (más de 1,800 libros) se perdió y el equipo tecnológico resultó gravemente dañado o inutilizado.
- El área de juego exterior, construida hace solo un año y medio, fue inundadas y destruida.
La reducción del acceso a la biblioteca y sus recursos ha sido profundamente sentida por toda la comunidad por lo que los esfuerzos en reparar o reemplazar los activos de la biblioteca de La Libertad se han convertido en una prioridad para la Fundación Riecken.
Aunque aún no es completamente funcional, nos complace decir que la biblioteca de la Libertad ha reabierto con la energía de 60 voluntarios y está brindando servicios móviles a la comunidad.
Estamos agradecidos por el apoyo que hemos recibido para reabrir la biblioteca La Libertad a través de nuestra campaña Global Giving, el premio especial recibifo de la Feria Internacional del Libro en Guatemala (FILGUA) gestionado ante la Unión Europea, la Fundación Riecken y otros donantes generosos.
¡Por favor, tómese un momento para ver un video del “nuevo comienzo” de la Biblioteca comunitaria de La Libertad en Guatemala! ¡Este es un testimonio de la resiliencia de las comunidades a las que servimos!